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Imaginaciones mías

     No. No eran imaginaciones mías. Llámalo intuición, corazonada, instinto. O tal vez telepatía. Es esta conexión que nos tiene perpetuamente en sintonía.      No importan la distancia, el silencio, la ausencia. Este nexo intangible pero innegable que nos une no entiende de fronteras ni límites.      Te siento aunque tú pretendas camuflarlo. Te pienso y veo a través de tus ojos. Me ahoga el mismo aire viciado que a ti.      Sé que estás intentando desprenderte de mí como si yo fuese un montón de harapos mugrientos que se pegan a la piel para lacerarla, inclementes.      Estás intentando dejar morir este amor en formato imposible como se dejan morir las plantas que nadie se ocupa de regar.      Estás intentando alargar los tiempos yermos sin mí hasta no echarme de menos ya nunca más.      Estas desprendiéndote de la tela de araña que mi voz y la posibilidad de mis caricias han tejid...

Hierro candente

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Amor, Voy a hacer algo muy difícil pero muy necesario. Voy a poner, no una barrera, sino un punto final a esta extraña relación que nos une.  Hoy te llamo amor por última vez. Ni una sola palabra dulce más escucharás de mis labios. Quita lo de dulce. Ni una palabra más. Es más: no es que te llame “amor” por última vez... es que desde hoy ya no te llamo. Tú no mereces estar hecho un lío constantemente. Yo no merezco las migajas de tu amor. Tú ya tienes una compañera que te quiere, sólo tienes que volver a encontrar la poesía y pintar la rutina de colores. Nuevos, brillantes, puros. Vuelve a armar el puzle. Con ella. Ella es el calor de la lumbre del hogar. Yo soy un hierro al rojo vivo que solo puede dejarte cicatrices.  Yo busco a alguien que quiera y pueda dármelo todo. Su amor, su tiempo, sus caricias. Su sangre si me hiciese falta. Todos esos puntos suspensivos se quedarán en el aire por siempre, porque no los cambiaremos por frases yuxtapuestas, por causales ni mucho menos...

A la luz de tu sonrisa

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Cada vez que decido que tengo que alejarme de tí, sufro innecesariamente. El día se oscurece, pierdo la ilusión y la alegría. El alma se me muere de frío, el corazón se me seca y se deshace en polvo que el viento esparce sin ton ni son. Así que he decidido que no quiero alejarme. Aunque sea sin tocarte, sin poder acariciarte, amándote desde la barrera, quiero vivir siempre a la luz de tu sonrisa. Porque entonces el latido vuelve a mi pecho y la risa se abalanza por mis venas y se enciende el día y nacen la música, el color, la vida.  𝒰𝓃 𝒸𝓊𝒶𝒹𝑒𝓇𝓃💙 𝒹𝑒 𝒯𝒶𝓅𝒶𝓈 𝒜𝓏𝓊𝓁𝑒𝓈 #escribir #poesía #prosa #verso #literatura #poesiaenespañol #poetsofinstagram #lovepoems

Atroz segundo

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Una hora contigo dura lo que un pestañeo, lo mismo que un grito en  un desierto sin montañas que puedan crear eco. Sucede tan rápido como una grieta que se abre repentina y ya no puede contener la avalancha, el torrente, la inundación. Una tarde contigo sabe a poco; abre el apetito, pero no llega a saciar el hambre y deja con ansias de más.  Es como querer retener el agua entre las manos o desear que la luna detenga su camino en el firmamento. Fugaz. Efímero. Inaprehensible. Un segundo, un mísero segundo sin tí, es una condena eterna. El aire se vuelve denso, un aire pastoso, de acre acento, que me lastra con cada inspiración mecánica. Es como intentar caminar en el fondo de un estanque infecto, de aguas sucias y naturaleza muerta. Como no poder despertar de una pesadilla o de la anestesia general de una intervención quirúrgica. Como sentir el peso de los años caer a plomo y envejecer como las ruinas de un templo abandonado. Un segundo sin tí es una eternidad, pero no era esto...

Como un río

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Cada danza tiene sus pasos, cada música su cadencia. Tú no tengas prisa en sanar, que la cicatriz necesita tiempo para cerrarse y suavizarse.  No quieras acelerar para volver cuanto antes, que los platos más ricos se cocinan a fuego lento. No achuches al reloj ni al calendario, que las hojas sólo caen cuando llega el otoño, por mucho que sacudas el árbol a fuerza de vivo deseo. Claro que volverás, pero ya dicen que no por mucho madrugar, amanece más temprano. Tú fluye, como un río. Los ríos siempre acaban en la mar, pero no pueden saltarse su propio curso. Cada meandro, cada rápido es necesario hasta llegar a la desembocadura. No quieras parar las aguas bravas que arrancan gemidos de tu pecho, ni chapotees para alborotar las aguas estancadas de tu tristeza. Unas se irán calmando y las otras cobrarán vida cuando se mezclen en el más inesperado de los recodos.  Y un día sonarás cantarina como los borbotones que se derraman en las pequeñas cascadas. Y dese...