La chica del cuaderno de tapas azules


Soy un duendecillo que cree en los milagros. Si fuese un fenómeno meteorológico, sería un torbellino. 
Iba para artista, pero me quedé a mitad de camino.

Hago malabares con un trabajo a tiempo completo enseñando inglés, dos hijas, una gata y un par de aficiones, cantar y oficiar bodas.

Soy lectora voraz y escritora intermitente. Adoro las palabras.

Desde pequeña he atesorado libros y cuadernos, para jugar con las palabras. Porque así doto de vida a lo que me mueve por dentro.

Un cuaderno sin empezar es una aventura por vivir. Como asomarse a un abismo del que surgirá un mundo nuevo. Me gusta pasar la mano por el lomo, acariciar los dibujos de las tapas, olfatear su olor a promesa. Saborear de antemano las dulces batallas bolígrafo en mano.

Guardo uno de tapas azules en el que empecé a guardar mis retales, mis trozos de alma en tinta sobre papel. Un simple cuaderno, en apariencia. Mi esencia, en realidad.

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