Mira hacia arriba
Hace muchos años que aprendí a caminar con la mirada levantada.
Los bilbaínos tradicionalmente hemos caminado cabizbajos porque nos hicieron creer que nuestra ciudad no era bonita.
Se suponía que una ciudad industrial solamente podía ser sucia, gris y lúgubre.
El patito feo comparado con la belleza de Donostia, una joya frente al mar, o el diseño funcional y elegante de Gasteiz.
Sin embargo, yo miraba hacia arriba y encontraba auténticas joyas arquitectónicas. Incluso bosques en los aledaños de la ciudad, en los sitios más insospechados.
Y decía sin cesar que Bilbao no era feo, solamente sucio.
Luego llegó la reconversión y Bilbao se convirtió en una ciudad turística y de servicios, el destino de moda en el norte de la península. Fue la mirada de los otros lo que obligó a los bilbainos a mirar hacia arriba y reconocer la belleza de nuestra ciudad.
Cuando me siento ofuscada, triste o preocupada, suelo caminar mirando al suelo con los hombros hundidos. Pero enseguida recuerdo que hay que "abrir los ojos y mirar hacia arriba, para ver las cosas buenas que tiene la vida", como decía la canción.
Nunca sabes cuando vas a encontrarte con algo precioso de ver. Un edificio singular, un conocido al que no veías hace tiempo, un arcoiris, una señal del universo.
Hazte un favor y mira hacia arriba. Seguro que merecerá la pena.
𝒰𝓃 𝒸𝓊𝒶𝒹𝑒𝓇𝓃💙 𝒹𝑒 𝒯𝒶𝓅𝒶𝓈 𝒜𝓏𝓊𝓁𝑒𝓈
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