Beppo Barrendero
La vida, según Beppo Barrendero ("Momo", Michael Ende)
“¿Ves, Momo? A veces tienes ante ti una calle que te parece terriblemente larga que nunca podrás terminar de barrer. Entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle sigue igual de larga y te esfuerzas más aún, empiezas a tener miedo, al final te has quedado sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer. Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Entonces es divertido, eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser. De repente, se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta de cómo ha sido, y no se queda sin aliento.(…)”
Ahora mismo estoy en "modo Beppo Barrendero". Es difícil seguir siendo positiva y mantener un equilibrio entre estar informada y estar obsesionada (y aterrorizada) por el COVID-19 y sus terribles consecuencias. Yo quisiera hacer como el avestruz y enterrar la cabeza. Vivir en una burbuja. No saber. Pero es imposible. Y tampoco creo que sea sensato.
Me preocupan muchas cosas; el trabajo, pendiente de nuevos desafíos; mis bodas, aplazadas muchas y otras tantas en la cuerda floja; el futuro de mis hijas, la salud de todos y en especial la de mi madre. Estar lejos de mi chico y no poder refugiarme en sus brazos. La incertidumbre de no saber cuándo podremos volver a salir al super sin pavor a contagiarnos. De cuándo podremos volver a abrazar a los amigos, ir a la playa o ensayar para un concierto, en directo y con público presente en la sala. Cuándo podremos viajar, tomarnos un café o unas cervezas en un bar, dormir en un hotelito, coger un tren o un avión. Ir al cine, a dar un paseo, sentarnos en un banco de la plaza a ver la tarde pasar.
Y tantas y tantas otras. Ahora mismo, son demasiadas para poder mantener mi salud mental. Así que me refugio en mis pequeñas rutinas y, como Beppo, me concentro en lo inmediato. Ahora, aquí. Y luego, ya veremos.
Gracias a todos los que aportáis luz y serenidad. Sonrisas, abrazos, besos. Sois bálsamo en las heridas, caricia en el corazón.
Os quiero mil. O como diría Elsa, "I love you three!!!" 💕💕💕
(16 abril 2020)
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