Como la lluvia mansa

Ámame como la lluvia mansa que fecunda la tierra,
que la empapa con una promesa de vida.
No quiero aguaceros que arranquen mis raíces y arrastren todo a su paso.

Ámame como la lluvia fina que suena dulce y amortiguada.
No quiero torrentes ruidosos que sofoquen mi canto tranquilo.


Ámame como la lluvia suave que amortigua la luz hiriente. No quiero tormentas que estallan en relámpagos cegadores.


Ámame como la lluvia silenciosa que trae consigo consuelo, una caricia para un espíritu dolorido.
No quiero inundaciones que aneguen mis sentidos.


Ámame como la lluvia calma, que cae constante, sin prisa pero sin pausa.
No quiero que me lleven la corriente y los remolinos de vértigo.


Ámame como la lluvia clara, que limpia el cuerpo y sana el alma.



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