Borrón y cuenta nueva. Diario de una reconstrucción
Cuando acudí a mi médico para que me diera tranquilizantes, porque no era capaz de encarar la vida tras tomar la decisión de divorciarnos, ella, que había pasado por el trance antes que yo, me dijo que en un par de años lo tendría superado y estaría fuerte y feliz de nuevo. No la creí, aunque quería hacerlo y en los malos ratos me aferraba a sus palabras. Han pasado ya cinco años. Miro atrás y veo que la galena tenía razón. Pasé dos años y medio de montaña rusa, de bipolaridad, de ciclotimia; hoy arrrrrriiiibaaa, mañana destrozada, con el ánimo por los suelos; pero pasado ese tiempo, me recuperé a mí misma y a mi serenidad, que estaba escondidita la pobre, asustada con tanto trajín hormonal. Y me enamoré de nuevo, y florecí, resurgí, superé el duelo. Un buen amigo está pasando por todo lo que yo viví entonces. Repasando mis publicaciones en Facebook (mi desahogo más habitual), he recopilado, para él y para quien pudiera necesitarlo, una especie de diario. No es completo, faltan much...