Cartas de amor
Hay algo muy especial en el hecho de recibir una carta, y aún más si es de amor y está escrita del puño y letra de la persona amada. Porque significa que nuestra persona favorita ha empleado tiempo, mimo y esfuerzo en poner en palabras lo que le sale del corazón; en dejar que esas palabras se deslicen por sus manos y queden plasmadas, para siempre, en un papel que poder estrechar contra nuestro pecho, como si de un abrazo se tratase. Una carta de amor es un beso soplado al viento, que, diligente, aterriza en nuestro regazo y nos acaricia con ecos de la voz de nuestro amado. Una carta de amor es un trocito de alma plegado que echamos a volar con esperanza, con fe. Es un misil de amor, un emisario reconfortante que nos asegura que el otro sigue en pie, volviendo el rostro hacia nosotros. Es una sonrisa cálida y espontánea, el aleteo coqueto de unas pestañas , cosquillas en el cuello, un estremecimiento de placer recorriéndote la espalda y erizando los pelillo...