Volver a Medina
Volver a Medina es siempre recuperar un poco de mi vida pasada. El sitio de mi infancia y mi primera juventud. Aquí aprendí a nadar y a andar en bici, salí a las primeras verbenas y fui a la discoteca por primera vez. Aquí recibí mi primer beso y salí con el primer chico, saqué el carné de conducir, hice cuadrilla, viví sola sin mis padres, tuve uno de mis primeros trabajos, agarré la primera borrachera... Aquí crecí. Estos días he vuelto y me he enfrentado a muchos recuerdos, algunos dolorosos. Aquí es donde más he echado de menos a mi aita. Hoy me he despedido de varias personas que han sido constantes en mi vida, que forman parte de mi pasado; y he tenido la sensación de que me despedía definitivamente, porque hay muchas probabilidades de no volver a verlos más. Y me he emocionado. Mucho. Pasa la vida y no nos damos cuenta. Vividla a tope, queridos. Es fugaz y frágil.